La piel de nuestro cuerpo está en constante exposición y puede sufrir algunos daños. Uno de los cambios más notables es la aparición de manchas o zonas oscurecidas. Las causas más frecuentes son la exposición solar, por un desajuste hormonal durante el embarazo, como reacción a ciertos productos cosméticos, por la ingesta de medicamentos, por un déficit nutricional o una mala alimentación.
La piel de nuestro cuerpo está en constante exposición y puede sufrir algunos daños. Uno de los cambios más notables es la aparición de manchas o zonas oscurecidas. Las causas más frecuentes son la exposición solar, por un desajuste hormonal durante el embarazo, como reacción a ciertos productos cosméticos, por la ingesta de medicamentos, por un déficit nutricional o una mala alimentación.
La piel seca carece de grasa y humedad, y tiene un aspecto escamoso o laminoso. Suele ser delgada e incluso transparente, con pocos o nulos poros visibles. Con frecuencia, la piel seca se siente “tiesa” después de lavarla. Puede adolecer de elasticidad y flexibilidad.
La piel seca muestra con frecuencia irritación, zonas con escamas y se agrieta con facilidad en especial en la frente y debajo de los ojos. Su ventaja radica que no suele tener problemas de acné ni de granos, pero debe tener cuidado que no se agriete, ya que puede mostrar señales de envejecimiento antes que el cutis normal o el grasoso.
Utilizar una crema hidratante y una especial (más densa) por la noche sobre todo en el área alrededor de los ojos. Sin embargo, es importante verificar, en la etiqueta del producto, si éste contiene ingredientes naturales en lugar de industriales, como es el caso de las siliconas. Es necesario tener presente que un exceso de ceras sintéticas brinda una hidratación solo superficial.
Proteger la piel de los elementos externos que pueden resecarla con facilidad como el viento, la calefacción, el sol o el frío extremo. En este sentido, es importante usar siempre una crema de protección solar especialmente en el verano.
Realizar actividad física, ya que ésta promueve la oxigenación de la piel y su regeneración. Esto se debe al hecho que al hacer ejercicio o efectuar cualquier actividad que cause un aumento del ritmo cardiaco (caminata, nadar, etc.) se inhala mucho oxígeno y se mejora la circulación de la sangre lo que ayuda a dar una apariencia más juvenil.
Retirar siempre el maquillaje antes de dormir. Es importante limpiar el cutis del maquillaje y de los restos de polución adquiridos durante el día. No hacerlo causa que la piel no pueda “respirar” por la noche lo que facilita su deterioro. Cuando se realice esta limpieza, se debe evitar el uso de astringentes con alcohol, ya que resecan más la piel. Igualmente, necesario es la realización de una exfoliación cada 15 días.
Evitar fumar Las personas que fuman presentan una piel reseca con tendencia a arrugarse con facilidad y un tono amarillento no sólo en el cutis sino también en los dientes y en las uñas.
Verificar la temperatura del agua Al bañarse es importante asegurarse de que el agua esté templada y no caliente. Primero se debe mojar bien la piel, y luego aplicar el producto de lavado. Por último, es importante retirar muy bien cualquier partícula de jabón restante.
Secar con suavidad Se debe eliminar la humedad dando suaves golpecitos con la toalla, iniciando con las piernas, pecho, brazos, etc. Bajo ningún concepto se debe frotar la piel con agresividad
Evitar la realización de gestos faciales repetitivos Debido a que la piel seca tiende a arrugarse con facilidad resulta importante controlar los movimientos faciales. En este sentido, se recomienda mirarse en el espejo y ver si las líneas de expresión se corresponden con ciertas expresiones faciales. Si es así, se debe dejar de hacer dichas expresiones, lo que podrá reducir la profundidad de las líneas y, sin duda, evitar que se vuelvan más profundas